domingo, 29 de agosto de 2010

el precio de mi felicidad

Los obstáculos que nos presenta la vida nos hacen abrir los ojos, y darnos cuenta de los límites que existen y de las barreras que se interponen entre aquellos deseos que propaga nuestro corazón. Desgraciadamente parece que las peores situaciones son aquellas que nos hacen fuertes, y que nos hacen madurar a medida que el tiempo pasa. Quizá no sepa mucho de muchos temas, pero la vida me ha (y está) enseñado lecciones que me han hecho cambiar y valorar aquello que realmente importa. Porque una cosa tengo clara; si me caigo siete veces, serán ocho las que me levante.